Por Gabriela Lizano
Tengo más de 20 años de ser sumamente afortunada y colaborar con diferentes personas a encontrar nuevos retos profesionales. Gozar de su confianza se ha convertido en una enorme responsabilidad. Sin embargo, siempre ha llamado mi atención lo poco frecuente que es para quienes buscan una nueva oportunidad laborar, tener claro su PROPÓSITO.
Lo que me encuentro en la mayoría de las circunstancias, son personas que caminan muchos años en la carrera de la vida, haciendo lo que cree les toca hacer, aunque no necesariamente sea lo que les apasiona. Creemos hacer lo que es inteligente, pero no pensamos en lo que nos emociona, y es así como terminamos siendo los elegidos y no nosotros los que elegimos.
Cuando los hacemos diferente e identificamos de primero nuestra razón de ser, es cuando somos honestos y auténticos y eso es lo que nos lleva a saber qué queremos hacer, para qué tipo de empresa o industria queremos trabajar, y dónde se encuentra nuestra verdadera motivación, para finalmente lograr conectar con nuestro propósito.
Los invito a que veamos nuestra carrera profesional bajo la analogía de una empresa.
Según el buscador de Google, si preguntamos qué es una empresa exitosa, dice textualmente: “una empresa exitosa no es aquella que es rentable. Es la que percibe utilidades, pero también entrega valor a los consumidores con productos o servicios útiles para su vida, se preocupa por el desarrollo de su gente y aporta beneficios a la sociedad.”
Si hoy, nos viéramos como una empresa, las preguntas obligadas son:
¿entregamos valor a los demás y a nosotros mismos?
¿somos rentables con nosotros mismos, física y emocionalmente?
¿nos sentimos bien retribuidos?
¿percibimos utilidades (sentido de pertenencia)?
Según Simon Sinek, el secreto del éxito radica no en lo que haces o cómo lo haces, sino en por qué lo haces. Propone que las empresas comiencen con el por qué y luego avancen hacia el cómo y así establecer una conexión significativa, lo cual también pudiera ser una muy valiosa recomendación para nosotros mismos, en el proceso de construcción de lo que somos y queremos ser.
Identificar nuestro propósito, abrirá nuevas puertas, no enfrentará a retos y oportunidades, pero sobre todo nos permitirá impactar vidas y aumentar el impacto de nuestro legado. Encontremos nuestro propósito, ese que nos llevará sin duda a ese trabajo u oportunidad que anhelamos.
¡Que tus sueños y tus metas sean más grandes que tus miedos!
